Los chilenos somos básicamente descendientes de Españoles y Amerindios, con pequeña pero significativa influencia de inmigrantes europeos, durante los siglos XIX y XX. Las personas de origen indígena (cultural o genética) se encuentran principalmente en las zonas rurales. Inicialmente en la época de la post independencia, los inmigrantes no representaban más del 2% del total de la población, pero este porcentaje ha aumentado de manera considerable a cientos de miles de habitantes de origen alemán, inglés, francés, croata y palestino, por nombrar a los más representativos. Entre 2014 y 2017, la inmigración ha mostrado un flujo ascendente que llevó a un incremento de 232% en el número de lo ciudadanos extranjeros que viven en Chile, llegando al 2018 aproximadamente hasta un estimado de 1 251 225 personas, principalmente provenientes de Perú (266 244), Colombia 145 139, Venezuela (134 390), Bolivia (122 773), Haití (112 414), Argentina (87 926) y Ecuador (39 556).